LA FALTA DE VISIBILIDAD Y EL AQUAPLANNING SON LOS PRINCIPALES MOTIVOS DE ACCIDENTES EN EL ASFALTO
. No debemos sobrevalorar los conocimientos propios y las condiciones del vehículo, independientemente del modelo
. Basta con que el agua en movimiento suba unos centímetros para comenzar a perder el control sobre el vehículo
. Es importante que en épocas de frío los neumáticos respeten la norma
de 1,6 mm de profundidad para garantizar la evacuación del agua a medida
que se circula
A más agua, menos velocidad. Con lluvia hay que tener las cosas claras.
En la Fórmula 1 encontramos un claro ejemplo, ya que muchas veces los
mejores conductores con excelentes vehículos y neumáticos de calidad
superior no son capaces de mantener los coches sobre el asfalto cuando
caen unas gotas.
Tan importante es comprobar el estado de las escobillas del
limpiaparabrisas como el correcto funcionamiento del sistema
limpiafaros. En cuanto a los neumáticos, en invierno más que nunca se
debe respetar la norma de 1,6 mm de profundidad como mínimo en la banda
de rodadura, para garantizar la evacuación del agua a medida que se
circula.
Si una vez en marcha sorprende la lluvia y ésta se volviera muy intensa,
en pocos minutos las carreteras se pueden volver intransitables. Con
agua, el asfalto se vuelve resbaladizo y peligroso, y hay que tener en
cuenta que la seguridad propia y la de los demás es lo primero. Está
demostrado que, casi siempre que se producen temporales de naturaleza
violenta, muere gente por el uso del automóvil y por el exceso de
confianza en el vehículo como lugar de refugio o lancha salvadora.
Una de las primeras consecuencias de la lluvia es que disminuye la
visibilidad, por la cortina de agua que produce y por la que llega desde
otros vehículos. Además, la carretera se vuelve resbaladiza por la
mezcla del agua con aceites, grasas e incluso tierra.
Uno de los mayores riesgos a la hora de conducir con lluvia es que se
produzca el temido aquaplanning, es decir, una cortina de agua que se
sitúa entre el neumático y la calzada, dando al conductor la sensación
de que se flota. En estos casos, la única forma de volver a conseguir el
agarre necesario es reducir la velocidad, y acelerar y frenar con
suavidad.
Recomendaciones para lluvias muy fuertes
Con lluvias muy fuertes, es recomendable alejarse lo más rápidamente
posible de los lugares de paso de las correntías y de los puntos
potencialmente inundables, buscando siempre una zona elevada y segura.
Salvo que se tenga la seguridad de que la corriente no tiene mucha
profundidad, debe uno abstenerse de atravesarla, pues puede haber podido
arrastrar piedras o barro e incluso ramas de árboles que nos pueden
dejar atascados, y también puede ocurrir que en su interior se esconda
alguna alcantarilla abierta, que se convertiría en una auténtica trampa.
Consejos para peatones
Por último, si es usted peatón, debe vigilar también las piedras o ramas
de los árboles que han podido desprenderse por la fuerte lluvia y tener
cuidado con las zonas de la vía que puedan ceder como consecuencia del
debilitamiento del suelo y derrumbarse bajo el peso de un vehículo. Si
se ve obligado a caminar por zonas inundadas, no debe olvidar que las
aguas que no se mueven, lógicamente si no son profundas, son las más
seguras, porque si existe corriente siete centímetros de altura serían
suficientes para hacernos perder el equilibrio y ponernos a merced de la
corriente.